Por Néstor Sappietro
El periodista caminaba sin rumbo en busca de una nota que pudiera conmoverlo. Necesitaba sentir que no todo estaba perdido, que todavía quedaban cosas por hacer...
“Todavía quedan cosas por hacer”
Le sonaba a frase hecha, a un reflejo de voluntarismo que esta vez no le alcanzaba.
Pensando en eso, y también en la ferocidad del invierno que llegaba para recordarle que el agujero de su suela gastada estaba creciendo inexorablemente, se encontró frente a una puerta de chapa que tenía estampada la sigla C.A.P.... Debajo, entre paréntesis, podía leerse: Causas Aparentemente Perdidas...
Sin dudarlo, ingresó al lugar... Causas Aparentemente Perdidas...